RAREFACCIÓN EN DIVA












La cita de la noche del jueves fue una vez más en Diva Nicotina, lugar que se ha convertido en un referente de la escena musical urbana. Esta vez el turno le tocó a "Rarefacción", banda quiteña integrada por Daniel Mancero en los teclados, Toño Cepeda en el contrabajo, y Andrés Benavides en la batería.

Pocas veces he visto tal reacción del público, eclipsado, mostrando una casi inmóvil concentración ante la mezcla fresca de este trío jazzista. Aplausos bien ganados en cada interpretación, en cada solo, en el culmen de cada tema, y en cada explosión que nos sacudía de la continuidad del sonido en la atmósfera.

Su intervención comenzó con "Que lindo es mi quito", mezclando la tradicional canción con su toque de jazz, donde la desubicada batería en un pasacalle quizás produciría espanto a puristas musicales. Neófita en educación musical, yo sólo puedo decir que se escuchaba bien. Dentro de este experimento, "Rarefacción" fusionó un pasillo, en el que se podía apreciar la melancolía envolvente del piano de Mancero. El pasilo en realidad era un cover de la canción disco "crystal heart" de Blondie (sí, la rubia setentera), convertida en pasillo!, llamado "corazón de cristal". Benavides destacó la necesidad de juntar las escenas musicales de costa y sierra, y que mejor que un pasillo, tan nuestro y unificador de la identidad ecuatoriana.

Dentro de su repertorio aparecían mezclas de albazos y "capishcas" tan ajenas a nosotros, personalmente debido al desconocimiento de la cultura nacional, que mi abstracción solo transportó la música a los viajes a Riobamba con mis abuelos, a la ventana de su casa frente al Chimborazo y a la sierra en general... Aunque ante un sonido tan cambiado, volví rápidamente al asiento del bar.

Se escucharon también temas propios de la banda, como "Borrador", entre solos e improvisaciones. El cover de "Orion" de Metálica mostró su influencia también rockera.

Satisfecha, pero con ganas de escuchar más, terminó el espectáculo que duró poco más de una hora. De lo bueno, poco, así que compré su cd y tras darle algunas vueltas decidí volver por más al día siguiente. El repertorio fue el mismo aunque se extendieron mucho más que la corta pero intensa hora del día anterior. Quedé totalmente complacida al escuchar ese resonar constante de platillos en "hyperballad" de Björk, mi favorita de los siete temas que contiene el disco "Rarefacción".

La convocatoria del público del viernes no fue nada como la del día anterior. El lugar se abarrotó de gente, tornándose algo estrecho. Fotógrafos cruzándose, cervezas yendo y viniendo, la gente interrumpiendo y sus "permisos", "disculpes" y tropiezos redujeron el disfrute de la banda. De cualquier forma no puedo pedir más, después de escucharlos en vivo, como en aquel poema de Pessoa, “sentí demasiado como para seguir sintiendo”.

*Foto tomada de www.rarefaccion.com

4 comentarios:

Julián Reyes dijo...

Que buena redacción, señorita E. Esto da ganas de salir más por la noche, de ver que pasa por la calle.

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jiji dijo...

biiiiiiiii jajaja chuta nooo critica de conciertos nooo paro bkn loca yo no sabia ke tb le hacias a esto de escribirrrriririr

chao

jiji dijo...

ya te puse en mis links :D

Julián Reyes dijo...

No sales a la calle desde hace 8 días??

Tienes que volverte adicta a algo para seguir con esto o el blog fracasará...

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cabina 14.