"The mainstream comes to you, but you have to go to the underground." (Frank Zappa)
La música siempre ha sido un elemento indispensable en mi vida. No hallo nada más revitalizante que encender la radio mientras tomo la ducha, bailar en la cocina mientras cocino los domingos, o cantar al volante mientras nadie más escucha. Se trata de alimentar el espíritu, sin pensar o analizar, sino sólamente sentir. Éste, el único fin del arte. No se trata de nutrir egos ni vanidades, ser parte de alguna subcultura inaccesible, o pertenecer a círculos intelectuales. Es cuestión de disfrutar y dejarse llevar...
En esta avidez melómana, descubrí hace mucho tiempo que mis sentidos no podían conformarse con la música de fácil acceso, que escuchamos repetidamente en la radio o en la tv, y luego pensé ... se supone que existen más de seis mil millones de seres humanos en esta tierra, que a millones de ellos se les da por crear música, y de éstos debe quedar otro gran número que sean extraordinariamente buenos, dentro de los
En las otras ciudades del mundo, el fenómeno underground causa un gran impacto especialmente entre los jóvenes, quienes se sienten identificados con la música local, llenando bares o conciertos en lugares pequeños. Bandas y solistas que recién empiezan, con dificultad de acceder a los sellos discográficos, forman parte de esta subcultura. El término "indie" se ha vuelto común para encasillar un poco a artistas o bandas, que tienen independencia para expresarse, mezclando géneros, innovando, sin que sea su máxima meta -aunque sí les vendría bien- ser comerciales. Y, ante la facilidad de grabar música y subirla al internet, cada vez existen más oportunidades de ser escuchados.
Dentro de la escena musical local, esta ha sido la primera vez que -en un punto de vista muy personal- siento una explosión creativa en Guayaquil. En parte, es notorio que debido a la regeneración urbana existen más lugares donde tocar, y no sólo eso, sino que se está dando la oportunidad a más gente que toque música inédita, fenómeno que antes no ocurría, ya que se tenia más fe a una banda que tocase covers y llene el lugar -lamentablemente muchos aún piensan así-, que a algún "artista" trasnochado que se le ocurrió que podía crear algo. Pues sí, muchos están creando y escucharlos a todos se me está volviendo adictivo.
** Este sábado: Los Brigante y The Cassettes en Café Dadá